El tiempo nunca se siente igual después de un evento como el que estamos viviendo. Cuando nuestros familiares o amigos pasan por una enfermedad grave o fallecen por una situación tan imparable como un virus, una guerra o un desastre natural, el tiempo simplemente no se mide de la misma manera. Y si en su caso, como yo, gran parte de su familia está lejos viviendo en otro país, la sensación de soledad puede ser aún más intensa. Entonces, ¿qué podemos hacer para vivir en estos tiempos difíciles sin sucumbir a la desesperanza, cuando sentimos que no hay forma de salir de nuestro dolor? La cultura hispana lidia con el dolor y la pérdida de una manera saludable, recordando en todo momento que la vida y la muerte siempre están con nosotros. Un ejemplo de eso es la celebración del Día de Muertos.
Primero que nada, esta celebración nos recuerda que, como individuos, podemos darnos permiso a nosotros mismos para llorar. Pasar tiempo en oración cuando alguien ha muerto es una buena forma de llorar, es una forma de buscar adaptarnos a la nueva realidad de estar sin alguien a quien amamos. Los ritos funerarios pueden ser una fuente de gran consuelo. OCP tiene una colección de música que fluye de estos ritos, como Luz Perpetua, que he escuchado últimamente. También he estado escuchando el hermoso canto “Te Doy Gracias” de Anna Betancourt, todo ayudándome a recordar la necesidad de agradecer constantemente por lo que tenemos, incluso en estos tiempos.
Pero si pudiera recomendar una fuente de consuelo por encima de todas las demás, sería el increíble canto: “Todo Lo Podemos en Dios” de Damaris Thillet. Toda esta colección fue escrita desde el corazón de Damaris, luego de la muerte de su compañero y esposo, Diego Correa. Su tratamiento musical del Salmo 22 y 23, "Tú, Mi Buen Pastor", tiene mucho poder: son las emociones de alguien que conoce al Pastor, no las de un manso cordero perdido en el desierto. Toda la colección refleja esa fe.
Trabajo para OCP y mis sugerencias provienen de nuestro catálogo. En momentos como éste, OCP hace su mejor esfuerzo para ofrecer recursos que ayuden a lidiar con el dolor y la consolación, hasta que nuevamente podamos reunirnos juntos alrededor del altar del Señor, para alabarle y continuar recibiendo sus innumerables bendiciones.
Cantos de consuelo
